domingo, 11 de octubre de 2009

Entre laberintos y quesos






"Un ladrón busca un objetivo concreto, se las arregla para llegar a él y roba con astucia lo que le apetece. No roba todo lo que aparece ante sus ojos. Dentro de una gama de posibilidades, sólo se lleva lo que le sirve para deleite personal."

(Extracto de "El guionista: un ladrón de imágenes"
...por Karina Díaz)










.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Esa su mirada


Si no lo hubiese parido yo misma diría que es hijo del diablo, por esa su mirada indolente e infernal.

Aún no entiendo porqué salió así. Sé que el entorno no es el más adecuado, pero he tratado de criarlo con todo el cariño posible para que tenga una niñez normal.


Sin embargo, cada vez que mira hacia afuera, me fusila con una mirada inquisitiva.

Con sus cinco añitos, se pone en la reja mirando hacia la calle por horas.

Cuando oscurece es cuando le digo - papá no viene, papá está preso... venga para acá-. No debería hablarle de su padre, es que a esta hora ya no se puede estar en el patio y no quiero que le digan nada, si la reclusa soy yo, no es él.


Pero él sólo me mira, ajusticiando y recriminando cada una de mis palabras sin siquiera abrir la boca, sólo con esa su mirada indolente e infernal.


Por RAC





lunes, 31 de agosto de 2009

El buen sexo... ¿enamora?



Y si el buen sexo enamora...
¿por qué te salís del escenario, bella
sin que te importe la aurora
y con esos aires de estrella?

Y si el buen sexo engancha…
¿por qué después de tus gritos
te levantás a tus anchas,
como si usarme fuese un rito?

¿Que cómo sé que es buen sexo?
porque me avalan tus araños
me confirman tus pezones
me reafirman tus temblores

Puede que el buen sexo enamore
siempre el buen sexo engancha
aprovechálo mientras te dure
que aún espero mi revancha


martes, 11 de agosto de 2009

¿Por qué?


- Padre... ¿Por qué me has abandonado?

- Porque SÍ


jueves, 18 de junio de 2009

Mañana es cuando


Mañana es cuando reaparecen mariposas amarillas.

Y disfruto nuevamente de tu tersa y blanca piel.



Es cuando mis susurros se convierten en sonrisas.


Y mis besos se aseguran de tener sabor a miel.



Mañana es cuando me deleita el caribe de tu acento.


Y tocarte se convierte en el mejor de mis tormentos.


Es cuando mis caricias te recuerdan lo que espero.

Y entre sábanas febriles te reafirmo lo que quiero.



Mañana es cuando te demuestro mi locura provocada.


Y repito con matices mi pasión desenfrenada.



domingo, 10 de mayo de 2009

Una rumba de colores


Después de una noche de tragos por las cercanías de la Gran Vía con nuevos pero buenos amigos, camino solo en la madrugada por la acostumbrada calle de Fuencarral, durante 10 de los 22 minutos que me conducen a mi casa, ubicada por Santa Engracia.


Fuencarral, calle de tiendas de ropa y cafés vespertinos, es también sede esporádica de festivales de teatro y música al aire libre, aunque su atractivo cotidiano es el de poseer un movimiento nocturno singular, ya que hace las veces de frontera imaginaria entre el barrio de Malasaña a la izquierda, cuna de la movida madrileña, y a su derecha, Chueca, el peculiar barrio de las libertades sexuales.


En su recorrido me encuentro desde un par de ebrios vestidos de etiqueta, un trío de suecas deschavetadas, estudiantes Erasmus redescubriendo España, exhuberantes y fotografiables travestis, rasgos multiraciales por doquier y mucha, pero mucha juventud predispuesta a seguir con el 'botellón' en las inmediaciones de la plaza de San Idelfonso. Botellón que me recuerda las recurrentes reuniones de hace unos años con amigos y botellas por las plazas cruceñas.

Fuencarral en un festival callejero de música

A esas horas de la noche, ya nada importa. "Celveza a un Eulo, Celveza" repiten los chinos en cada esquina, con su mercancía ilegal de cervezas, chocolates y alguna que otra comida para saciar el hambre del amanecer.

Las prostitutas ofrecen masajes dos por uno mientras un grupo de viajeros turcos vitoreaba el nombre de Estambul. Me cruzo con una pareja que camina en sentido contrario, y tras el intercambio visual, ella me toma por sorpresa al decirme "¡soy su putita.. y qué!" por lo que sólo atino a regalarles una improvisada carcajada.


Más adelante, me encuentro con un grupo de canarios (no los pájaros si no originarios de las Canarias, las islas...) quienes me preguntan donde podían seguir de marcha, al reconocer mi acento claramente latinoamericano, aprovechan el estado eufórico del alcohol para congraciarse conmigo, me ponen al tanto del gran afluente cultural que representa Latinoamérica para las Canarias, principalmente por parte de Venezuela, que cuenta con una gran colonia en Tenerife, después me presentan a sus amigas, unas guapas colombianas, y me invitan a seguir la noche con ellos. Desistí de la invitación y me despedí, no sin antes recibir correos e invitaciones para visitar las Islas.


Y es que Fuencarral guarda mucho de las fílmicas extravagancias de Madrid, una ciudad diversa y amigable, protagonista en el teatro del mundo del siglo 21, una verdadera rumba de colores... porque casi nadie es de Madrid, y a su vez, todos ya somos.





domingo, 19 de abril de 2009

Y ahora... ¿quién podrá defendernos?


El grotesco Gandhi boliviano

por José Brechner

Cumpliendo con sus teatrales papelones mediáticos, el presidente de Bolivia, Evo Morales, se declaró en huelga de hambre dentro del Palacio de Gobierno, exigiendo al Congreso Nacional que apruebe la ley de convocatoria a elecciones generales para el próximo 6 de Diciembre, de manera que él pueda perpetuarse en el poder.

El presidente requiere del voto favorable del Senado donde no goza de mayoría. Un escaño a favor de la oposición es el obstáculo que le impide ser dueño absoluto del país.

En el pasado la oposición parlamentaria votó a favor de Morales por cobardía o a cambio de prebendas. Esta vez la situación está llegando al anhelado final que Morales estuvo esperando desde que asumió el poder, cuando dijo a sus compañeros cocaleros que lo eligieron de por vida.

La oposición congresal está en manos del ex presidente Jorge Quiroga, que gobernó por apenas un año, pero supo sacar ventaja del título presidencial, y hoy es un eximio orador invitado a todo evento internacional que justifique la existencia de alguna fundación.

Quiroga está acabado políticamente. Sus críticas a Morales cuando viaja a otros países, no concuerdan con el apoyo que le da estando en Bolivia.

Lo que le sobra en labia le falta en capacidad y honestidad política. Fue el responsable directo de que Morales llegase al poder, por no tener la valentía de pedir su desafuero y apresarlo por sedicioso cuando él ejercía como presidente y Morales como diputado. Más tarde, desde la oposición, le permitió hacer lo que quiso.

Quiroga se encuentra en la disyuntiva de aprobar o no la convocatoria a elecciones. Sabe que su partido nunca más ocupará un escaño a menos que transe con el oficialismo.

Su popularidad, igual que la de los otros aleatorios candidatos presidenciales, se encuentra por los suelos. Ninguno logra acumular dos dígitos porcentuales en las encuestas.

Además de Quiroga que no hizo nada relevante durante su gobierno --el que heredó por fallecimiento del titular-- se encuentra Carlos Mesa, un populista, ex locutor televisivo, cuyo imponente ego se interpone a su apreciación de la realidad.

Después de traicionar al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada quien lo eligió como candidato vicepresidencial, hecho que lo llevó a la primera magistratura, Mesa hizo de su paso por el poder una gran fiesta chabacana, hasta verse obligado a renunciar.

El tercer candidato es un aimara, Víctor Hugo Cárdenas, que igual que los anteriores fue vicepresidente de Bolivia y empezó a ganar popularidad ante el desbordante indigenismo que se puso de moda con el actual régimen.

Cárdenas era un marxista indigenista de la línea de Fausto Reynaga, furioso autor de “La revolución india”, un frondoso libro en el que proponía el aniquilamiento de los blancos y mestizos.

Cárdenas aparentemente se tornó moderado y hoy goza de mayor renombre que en cualquier otro momento de su vida. Muchos apuestan a su candidatura asumiendo que siendo letrado --a diferencia de Morales-- puede complementarse con las clases citadinas y apaciguar a las hordas indígenas.

Para cuando este artículo sea publicado, tal vez la oposición haya aceptado la implementación del Padrón Biométrico –propuesta de negociación que planteó Morales-- que es el engaño perfecto para consumar el fraude electoral infalible, puesto que centraliza toda la información en computadoras accesibles únicamente al gobierno, quien puede modificar los resultados a su antojo, tal como sucedió en Venezuela. (Si no fuese una trampa, la oferta no hubiese sido planteada).

Mientras se desarrollan los eventos, es probable que el ridículo presidente siga en huelga de hambre, de la que saldrá con algunos kilogramos demás, como sucedió frecuentemente en Bolivia con estas caricaturas de Gandhi.

En las últimas décadas, pese a que hubo paros que duraron varias semanas --desafiando a todos los pronósticos dietéticos-- jamás hubo un huelguista boliviano que falleciera por inanición.

Bolivia no tiene un líder comprometido, valiente y de experiencia para lidiar contra el complot neocomunista gobernante. Lamentablemente las cartas están nuevamente en manos de la no confiable oposición, que decidirá a su conveniencia sobre la libertad de 10 millones de personas.

www.josebrechner.com


lunes, 13 de abril de 2009

Cuando los dioses se confabulan


Cuando los dioses confabulan no hay vuelta atrás. Llamenlo ley de murphy, fatalidad helénica o 'yetera' boliviana, pero parece que no hay ley de atracción, ni secreto que valga.


Después de dos meses y dos semanas sin internet en mi casa, en la Madrid de Almodóvar, Amenábar y Alex de la Iglesia, me cambié este viernes a un nuevo piso más decentón y con conexión.


En estos tiempos que corren me aventuro a asegurar que el internet es la oficina del que escribe, así sean guiones para cine, novelas literarias o artículos periodísticos, que es en lo que ando ahora.


La máquina de escribir suena muy romántico para los guionistas del ayer, pero ya nos tocó la época en que una portátil con wi-fi es el instrumento de trabajo más preciado.


Estuve en casa de amigos, locutorios con internet, bibliotecas públicas, y en mi oficina (desde que tengo oficina) conectándome para comunicarme, pesquizar información, buscar desde sinónimos hasta conceptos, historia, libros, noticias, etc... Pero, por supuesto, no hay mejor lugar como el hogar... al menos para conectarse al mundo cómodamente.


Llego a mi nuevo departamento, maletas y todo, enciendo mi amada amante (la toshiba satellite) busco red, y...
ahí estaba
, de nuevo en las pistas de la información.


Reviso lo esencial, sólo lo esencial, pongo música y mientras desempacaba, empieza a granizar en Madrid. Caen pequeños trozos de hielo en mi nueva terraza, que veo desde mi nueva ventana hacia la calle García de Paredes, por Santa Engracia.

Como estoy de buen humor me siento más congraciado que de costumbre con el facebook y decido dejar una misiva en el perfil (al mejor estilo twitter) sobre el fugaz torrente de granizo por las calles céntricas madrileñas...


"No puede conectarse a la red"

Angustia, ansiedad, frustración momentánea. Cuando los dioses se confabulan en tu contra no hay Ulises que les haga frente.
Me instalé en mi nueva habitación y busqué alternativas de distendimiento, ya que los planes de mi laboriosa navegación se cancelaron por lluvias, casi literalmente.

Por suerte no tuve que alargar más mi viaje a Ithaca, suficiente fué con 2 meses, 2 semanas y 2 días, ya que hoy domingo recuperé mi indispensable oficina virtual.

Oficialmente: vuelvo a las andadas.


pd. Enjuto Mojamuto "El peor día de mi vida" una sátira magnífica que alcanzó a provocarme risotadas. Al que le haga el saco, que se lo ponga... yo ya lo hice.



jueves, 2 de abril de 2009

Insomnios Madrileños


Son las cinco y media de la mañana en Madrid, once y media de la noche en Santa Cruz. Desde el sábado pasado son seis horas de diferencia, acabó el horario de invierno y el frío disminuye pero sigue. Llevo en la península Ibérica 67 días y un cúmulo de situaciones, entre nuevas y revividas, dignas de varios argumentos de guión. Siempre he sufrido de insomnios, en Santiago, Santa Cruz o Madrid, a veces más, a veces menos. Ahora estoy en las veces que más.


Madrid es una ciudad encandilante, más amigable de lo que esperaba, aunque todavía no le tomo verdaderamente el pulso. Encandilante y diversa, llena de colores de piel, acentos distintos e idiomas diferentes. Es una pena encontrarme de frente con ella mientras atraviesa la crisis europea.


Son las seis de la mañana en Madrid, doce de la noche en Santa Cruz. Estoy en mi cuarto de 2x3 de mi ‘piso compartido’ en el centro de Madrid. Puedo dar cátedra de interculturalidad al compartir un solo baño con dos ecuatorianos y dos búlgaros.
A pesar de todo, es más llevadero de lo que parece. Excepto claro, la madre de todas mis angustias: la ausencia de internet en este departamento, motivo suficiente para sacarme de quicio.

Al menos en estos insomnios es donde mejor trabajo, en las noches eternas he escrito cortos y mi único largometraje, he realizado proyectos y actualmente preparo los artículos y reportajes de mi reciente fase periodística en ‘los madriles’.


Son las seis y media de la mañana en Madrid, doce y media de la noche en Santa Cruz. Ahora mismo ando más feliz que perro en camioneta, acabo de poner las bases para un nuevo guión de largometraje sobre herencias y testamentos, que me tiene atacado de la risa desde hace un buen rato. Risas contenidas aclaro… la ecuatoriana histérica del cuarto de al lado tiene el sueño ligero.

Siempre revolotean cuentos, relatos, cortometrajes, pero un largo, eso es para celebrarlo (mañana mismo, con unas frías y espumosas).

Todo gracias a mi amada amante, la que me ha acompañado en las buenas y en las malas por mis incipientes incursiones en el viejo mundo… mi notebook Toshiba Satellite (ailoviu, lo sabés…)


Y lo mejor de todo… Ahora son insomnios en Madrid, mañana quién sabe, quizás sean insomnios en Santiago, o mejor aún, nuevamente insomnios en Santa Cruz.



sábado, 24 de enero de 2009

Alma de Gitano


Si algo sé en esta vida, es que lo que más me gusta es escribir, que conozco mis ocurrentes debilidades a cabalidad y que de tiempo en tiempo sufro de cierta claustrofobia cuando me quedo mucho tiempo en un mismo lugar.

Se manifiesta mi alma de gitano de manera incontrolable, tras unas ansias locas de experimentar nuevas vidas, así sea de guionista en Madrid, barman en Ibiza o conductor de góndolas por los canales de Venecia.

No creo tener en mis venas sangre romaní, pero atribuyo estas agallas aventureras a un abuelo que cruzó el Atlántico después de la Segunda Guerra Mundial, cargando como equipaje sólo las expectativas sobre aquellas 'tierras de la oportunidad' de las que todos hablaban.

Se agradece a la coyuntura política boliviana de darme el empujón final. Necesitaba dejar aquel ambiente hostil para cualquiera que decidió desmarcarse de rotundas tendencias, y a falta de buen olor en el ambiente, de pronto me encontré en el Aeropuerto ViruViru con una gran maleta de 38 kgs de peso, unos euros sobrantes de aquel premio guionístico reciente, más un pasaporte que me abría las puertas a un continente mágico y muy tentador, única herencia del trajinante abuelo.

Noté en las expresiones faciales de mis seres queridos cierta incertidumbre sobre la fecha del reencuentro e inconscientemente opte por evitar lágrimas innecesarias con un escape no premeditado hacia la puerta de migración, pero como dije recién a una de ellos, no me gustan las despedidas, las bienvenidas si.. y de esas habrán muchas, en Santa Cruz, Madrid o la China.

A Santa Cruz de la Sierra, la ciudad de mis amores y mi ancla en el mundo, pienso volver, no definitivamente aún, pero pronto y seguido. Por ahora tengo que dar alas a mi incomprensible alma de gitano nómada, para rellenar de nuevas páginas éste guión con final abierto que me he dispuesto a escribir tan afanosamente con los ingredientes más pintorescos posibles.

En el avión me asalta mi alma de pollo, por la pronta nostalgia de lo que se deja y el nerviosismo propio de lo que vendrá. Me dedico a avanzar en las últimas memorias de la escritora latinoamericana que marco hace una década mi inclinación por el realismo mágico y que nuevamente no deja de sorprenderme, un regalo muy oportuno de un arcoiris itinerante.


Al llegar al Aeropuerto de Barajas me encuentro con un rostro
escandaloso y muy familiar. Las sonrisas se dibujan al unísono. Ya estoy en Madrid.. Se sube el telón!




martes, 20 de enero de 2009

Crisantemos de Enero


Llegué a mi casa con 25 crisantemos amarillos esperando que sean las doce de la noche para dar inicio a las celebraciones de la psicopedagoga cumpleañera.

Quise llamarla al celular, pero por supuesto, lo tenía apagado, como es su maña.

Entrando al departamento me encuentro con el escenario de mi hermana diecinueveañera en estado delirante.

'La niña', claramente alicaída, hablaba por teléfono con mi abuela paterna que, después de una oración al Divino Niño para que se le pasen los dolores estomacales que la aquejaban, le sugirió que huela un algodón humedecido con alcohol y luego se lo coloque en la frente.

"Santo remedio" dice que dijo.
"Alistáte, te voy a llevar a la clínica" le dije.

12.20 llegó la susodicha cumpleañera, como siempre flotando a medio metro del suelo, disfrutando de los primeros minutos con 49 años, a pesar de parecer de 39 con facilidad.

Me agrada esa inexplicable conservación genética a la que estamos condenados por la línea materna, ayuda a engañar al tiempo y se mofa de las etiquetas generacionales pre-establecidas.

¿Su causa? pues no sé, debe ser de tanto comer los espaguettis a la boloñesa con la auténtica y secreta receta de la nona, directamente desde Altamura, Italia. Los cuales tendré el honor de aprender a cocinar mañana, para llevarme como parte del equipaje a mi largo viaje.

Alrededor del caldero de pócimas tomatadas, seguramente encontraré a la legendaria panadera, la psicopedagoga y la niña (mi abuela, madre y hermana respectivamente) en un aquelarre propio de ellas.

En la clínica la niña confesó haber comido diversas comidas dañinas en pequeñas cantidades, valga la redundancia, y después de un calmante intravenoso en Emergencias, caímos en una carcajada vergonzosa ante ciertas declaraciones del médico que suscitaron la presencia de un chiste interno, antiguo y cómplice entre los tres: la cumpleañera, la enferma y yo.

Volvimos a la casa, tipo 1.30am con la niña más repuesta, y destapé una botella de sidra para brindar como es debido.

En la mañana, despertamos a la cumpleañera con un desayuno continental, con la presencia de mi gran hermano menor, que me supera en tamaño a lo largo y ancho.

La cum
pleañera, chocha con los 25 crisantemos de su color favorito, ya maquinaba durante el desayuno familiar el resto de su día, darse una doble dosis de su placebo favorito: la peluquería.

"Ya
son 49 años"
me dijo acostumbrandose aún.
"Me parecen excelente los 49,
te quedan muy bien"
le contesté con sobrada convicción.


viernes, 16 de enero de 2009

Lo que la muerte provoca

.



ESCENA 5: INT. LIVING CASA DEL GENERAL – DIA

Se escucha un disparo. La sirvienta de rasgos andinos corr
e con una fuente donde lleva el té. Entra al despacho y desde el living se escucha el estruendo de la fuente al caer al piso.

SIRVIENTA
(Entre gritos y sollozos)
¡El General está muerto!
¡El General está muertoo!




La muerte es sin duda alguna mi tópico literario favorito.

Revisando mis guiones de cortometrajes, mediometrajes, largometrajes a medio hacer, el guión terminado de largometraje, la serie dramática para televisión, más los intentos de novela en gestación, puedo decir con convicción que la muerte es sin duda alguna mi tópico literario favorito.

Alguna vez incluso decidí en voz alta que todas mis historias empezarían con un fallecimiento. No fué una decisión arbitraria, lo dije porque ya veía para donde se perfilaba mi creación independiente: cuando no son historias a pedido, termino inevitablemente bailando un tango con la muerte.

Lo cierto es que en mis años de oscurantismo medieval le perdí el miedo a la muerte. Ahora que soy un renacentista consumado esa mezquina emoción la transformé en curiosidad hacia lo desconocido. Y lo mejor del caso, liberarse de la coartadora creencia de los cielos e infiernos cristianos tras la muerte, te permite escudriñar en un mar de posibilidades dramatúrgicas en esos instantes narcóticos de la inspiración.

Pero en realidad, lo que más me gusta de la muerte.. es lo que provoca en una obra narrativa:

Revuelve el gallinero..


Get this widget
Track details
eSnips Social DNA