El motivo por el cual me gusta ser guionista es porque puedo crear situaciones.
Es un placebo mover las piezas del ajedrez en busca de complicaciones.
El apego inmesurable que le tengo a este blog es principalmente porque me divierto practicando mi oficio favorito, incluso a veces de manera involuntaria.
Es muy agradable 'ponerle color' a una experiencia personal, recuerdo ajeno, anécdota grupal o idea experimental.
Es posible en los post poetizar un hecho ordinario, minimizar casos extraordinarios, o hacer verosímil un suceso del imaginario.
Es posible cambiar nombres, antecedentes, locaciones y finalidades con tal de contar como cuento un momento específico. Disfrazar por medio de letras, sólo para entretenerse en el ocurrente proceso de 'ficcionar'. Es posible y me encanta jugar con las posibilidades.
Existen también aquellas historias que parecen coloreadas pero que en verdad son, o fueron, el vívido reflejo de lo acontecido. Esos raros intérvalos de herencia latinoamericana, cada vez más recurrentes, donde nos sorprenden mariposas amarillas como a Mauricio Babilonia.
Bonito se torna cuando no se puede diferenciar entre qué es una descarga catártica de la realidad y qué es un mero acierto del ocio creativo.
Salud por eso!
Es un placebo mover las piezas del ajedrez en busca de complicaciones.
El apego inmesurable que le tengo a este blog es principalmente porque me divierto practicando mi oficio favorito, incluso a veces de manera involuntaria.
Es muy agradable 'ponerle color' a una experiencia personal, recuerdo ajeno, anécdota grupal o idea experimental.
Es posible en los post poetizar un hecho ordinario, minimizar casos extraordinarios, o hacer verosímil un suceso del imaginario.
Es posible cambiar nombres, antecedentes, locaciones y finalidades con tal de contar como cuento un momento específico. Disfrazar por medio de letras, sólo para entretenerse en el ocurrente proceso de 'ficcionar'. Es posible y me encanta jugar con las posibilidades.
Existen también aquellas historias que parecen coloreadas pero que en verdad son, o fueron, el vívido reflejo de lo acontecido. Esos raros intérvalos de herencia latinoamericana, cada vez más recurrentes, donde nos sorprenden mariposas amarillas como a Mauricio Babilonia.
Bonito se torna cuando no se puede diferenciar entre qué es una descarga catártica de la realidad y qué es un mero acierto del ocio creativo.
Salud por eso!
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