miércoles, 30 de septiembre de 2009

Esa su mirada


Si no lo hubiese parido yo misma diría que es hijo del diablo, por esa su mirada indolente e infernal.

Aún no entiendo porqué salió así. Sé que el entorno no es el más adecuado, pero he tratado de criarlo con todo el cariño posible para que tenga una niñez normal.


Sin embargo, cada vez que mira hacia afuera, me fusila con una mirada inquisitiva.

Con sus cinco añitos, se pone en la reja mirando hacia la calle por horas.

Cuando oscurece es cuando le digo - papá no viene, papá está preso... venga para acá-. No debería hablarle de su padre, es que a esta hora ya no se puede estar en el patio y no quiero que le digan nada, si la reclusa soy yo, no es él.


Pero él sólo me mira, ajusticiando y recriminando cada una de mis palabras sin siquiera abrir la boca, sólo con esa su mirada indolente e infernal.


Por RAC