domingo, 19 de abril de 2009

Y ahora... ¿quién podrá defendernos?


El grotesco Gandhi boliviano

por José Brechner

Cumpliendo con sus teatrales papelones mediáticos, el presidente de Bolivia, Evo Morales, se declaró en huelga de hambre dentro del Palacio de Gobierno, exigiendo al Congreso Nacional que apruebe la ley de convocatoria a elecciones generales para el próximo 6 de Diciembre, de manera que él pueda perpetuarse en el poder.

El presidente requiere del voto favorable del Senado donde no goza de mayoría. Un escaño a favor de la oposición es el obstáculo que le impide ser dueño absoluto del país.

En el pasado la oposición parlamentaria votó a favor de Morales por cobardía o a cambio de prebendas. Esta vez la situación está llegando al anhelado final que Morales estuvo esperando desde que asumió el poder, cuando dijo a sus compañeros cocaleros que lo eligieron de por vida.

La oposición congresal está en manos del ex presidente Jorge Quiroga, que gobernó por apenas un año, pero supo sacar ventaja del título presidencial, y hoy es un eximio orador invitado a todo evento internacional que justifique la existencia de alguna fundación.

Quiroga está acabado políticamente. Sus críticas a Morales cuando viaja a otros países, no concuerdan con el apoyo que le da estando en Bolivia.

Lo que le sobra en labia le falta en capacidad y honestidad política. Fue el responsable directo de que Morales llegase al poder, por no tener la valentía de pedir su desafuero y apresarlo por sedicioso cuando él ejercía como presidente y Morales como diputado. Más tarde, desde la oposición, le permitió hacer lo que quiso.

Quiroga se encuentra en la disyuntiva de aprobar o no la convocatoria a elecciones. Sabe que su partido nunca más ocupará un escaño a menos que transe con el oficialismo.

Su popularidad, igual que la de los otros aleatorios candidatos presidenciales, se encuentra por los suelos. Ninguno logra acumular dos dígitos porcentuales en las encuestas.

Además de Quiroga que no hizo nada relevante durante su gobierno --el que heredó por fallecimiento del titular-- se encuentra Carlos Mesa, un populista, ex locutor televisivo, cuyo imponente ego se interpone a su apreciación de la realidad.

Después de traicionar al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada quien lo eligió como candidato vicepresidencial, hecho que lo llevó a la primera magistratura, Mesa hizo de su paso por el poder una gran fiesta chabacana, hasta verse obligado a renunciar.

El tercer candidato es un aimara, Víctor Hugo Cárdenas, que igual que los anteriores fue vicepresidente de Bolivia y empezó a ganar popularidad ante el desbordante indigenismo que se puso de moda con el actual régimen.

Cárdenas era un marxista indigenista de la línea de Fausto Reynaga, furioso autor de “La revolución india”, un frondoso libro en el que proponía el aniquilamiento de los blancos y mestizos.

Cárdenas aparentemente se tornó moderado y hoy goza de mayor renombre que en cualquier otro momento de su vida. Muchos apuestan a su candidatura asumiendo que siendo letrado --a diferencia de Morales-- puede complementarse con las clases citadinas y apaciguar a las hordas indígenas.

Para cuando este artículo sea publicado, tal vez la oposición haya aceptado la implementación del Padrón Biométrico –propuesta de negociación que planteó Morales-- que es el engaño perfecto para consumar el fraude electoral infalible, puesto que centraliza toda la información en computadoras accesibles únicamente al gobierno, quien puede modificar los resultados a su antojo, tal como sucedió en Venezuela. (Si no fuese una trampa, la oferta no hubiese sido planteada).

Mientras se desarrollan los eventos, es probable que el ridículo presidente siga en huelga de hambre, de la que saldrá con algunos kilogramos demás, como sucedió frecuentemente en Bolivia con estas caricaturas de Gandhi.

En las últimas décadas, pese a que hubo paros que duraron varias semanas --desafiando a todos los pronósticos dietéticos-- jamás hubo un huelguista boliviano que falleciera por inanición.

Bolivia no tiene un líder comprometido, valiente y de experiencia para lidiar contra el complot neocomunista gobernante. Lamentablemente las cartas están nuevamente en manos de la no confiable oposición, que decidirá a su conveniencia sobre la libertad de 10 millones de personas.

www.josebrechner.com


lunes, 13 de abril de 2009

Cuando los dioses se confabulan


Cuando los dioses confabulan no hay vuelta atrás. Llamenlo ley de murphy, fatalidad helénica o 'yetera' boliviana, pero parece que no hay ley de atracción, ni secreto que valga.


Después de dos meses y dos semanas sin internet en mi casa, en la Madrid de Almodóvar, Amenábar y Alex de la Iglesia, me cambié este viernes a un nuevo piso más decentón y con conexión.


En estos tiempos que corren me aventuro a asegurar que el internet es la oficina del que escribe, así sean guiones para cine, novelas literarias o artículos periodísticos, que es en lo que ando ahora.


La máquina de escribir suena muy romántico para los guionistas del ayer, pero ya nos tocó la época en que una portátil con wi-fi es el instrumento de trabajo más preciado.


Estuve en casa de amigos, locutorios con internet, bibliotecas públicas, y en mi oficina (desde que tengo oficina) conectándome para comunicarme, pesquizar información, buscar desde sinónimos hasta conceptos, historia, libros, noticias, etc... Pero, por supuesto, no hay mejor lugar como el hogar... al menos para conectarse al mundo cómodamente.


Llego a mi nuevo departamento, maletas y todo, enciendo mi amada amante (la toshiba satellite) busco red, y...
ahí estaba
, de nuevo en las pistas de la información.


Reviso lo esencial, sólo lo esencial, pongo música y mientras desempacaba, empieza a granizar en Madrid. Caen pequeños trozos de hielo en mi nueva terraza, que veo desde mi nueva ventana hacia la calle García de Paredes, por Santa Engracia.

Como estoy de buen humor me siento más congraciado que de costumbre con el facebook y decido dejar una misiva en el perfil (al mejor estilo twitter) sobre el fugaz torrente de granizo por las calles céntricas madrileñas...


"No puede conectarse a la red"

Angustia, ansiedad, frustración momentánea. Cuando los dioses se confabulan en tu contra no hay Ulises que les haga frente.
Me instalé en mi nueva habitación y busqué alternativas de distendimiento, ya que los planes de mi laboriosa navegación se cancelaron por lluvias, casi literalmente.

Por suerte no tuve que alargar más mi viaje a Ithaca, suficiente fué con 2 meses, 2 semanas y 2 días, ya que hoy domingo recuperé mi indispensable oficina virtual.

Oficialmente: vuelvo a las andadas.


pd. Enjuto Mojamuto "El peor día de mi vida" una sátira magnífica que alcanzó a provocarme risotadas. Al que le haga el saco, que se lo ponga... yo ya lo hice.



jueves, 2 de abril de 2009

Insomnios Madrileños


Son las cinco y media de la mañana en Madrid, once y media de la noche en Santa Cruz. Desde el sábado pasado son seis horas de diferencia, acabó el horario de invierno y el frío disminuye pero sigue. Llevo en la península Ibérica 67 días y un cúmulo de situaciones, entre nuevas y revividas, dignas de varios argumentos de guión. Siempre he sufrido de insomnios, en Santiago, Santa Cruz o Madrid, a veces más, a veces menos. Ahora estoy en las veces que más.


Madrid es una ciudad encandilante, más amigable de lo que esperaba, aunque todavía no le tomo verdaderamente el pulso. Encandilante y diversa, llena de colores de piel, acentos distintos e idiomas diferentes. Es una pena encontrarme de frente con ella mientras atraviesa la crisis europea.


Son las seis de la mañana en Madrid, doce de la noche en Santa Cruz. Estoy en mi cuarto de 2x3 de mi ‘piso compartido’ en el centro de Madrid. Puedo dar cátedra de interculturalidad al compartir un solo baño con dos ecuatorianos y dos búlgaros.
A pesar de todo, es más llevadero de lo que parece. Excepto claro, la madre de todas mis angustias: la ausencia de internet en este departamento, motivo suficiente para sacarme de quicio.

Al menos en estos insomnios es donde mejor trabajo, en las noches eternas he escrito cortos y mi único largometraje, he realizado proyectos y actualmente preparo los artículos y reportajes de mi reciente fase periodística en ‘los madriles’.


Son las seis y media de la mañana en Madrid, doce y media de la noche en Santa Cruz. Ahora mismo ando más feliz que perro en camioneta, acabo de poner las bases para un nuevo guión de largometraje sobre herencias y testamentos, que me tiene atacado de la risa desde hace un buen rato. Risas contenidas aclaro… la ecuatoriana histérica del cuarto de al lado tiene el sueño ligero.

Siempre revolotean cuentos, relatos, cortometrajes, pero un largo, eso es para celebrarlo (mañana mismo, con unas frías y espumosas).

Todo gracias a mi amada amante, la que me ha acompañado en las buenas y en las malas por mis incipientes incursiones en el viejo mundo… mi notebook Toshiba Satellite (ailoviu, lo sabés…)


Y lo mejor de todo… Ahora son insomnios en Madrid, mañana quién sabe, quizás sean insomnios en Santiago, o mejor aún, nuevamente insomnios en Santa Cruz.