Mostrando entradas con la etiqueta historias. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta historias. Mostrar todas las entradas

sábado, 13 de diciembre de 2008

El verde de tus ojos de gata (Parte I)

.
.
.
.
Habíamos quedado esa tarde en tomarnos un café. Para 'sacarnos la curiosidad' te dije. 'La curiosidad mató al gato' contestaste.

Pusiste de pronto cara de seriedad, 'me gustan las cosas claras' dijiste y te dispusiste a contarme.

Sólo escuché un ronroneo... preferí perderme en el verde de tus ojos de gata.

Apareciste con esa sonrisa que me encanta, flanqueada por unos tentadores hoyuelos.

Tus expresiones de timidez y cautela, con un dejo evidente de ternura, invitaban a poseerte con impulsos felinos.

Miradas, risas y sonrisas se fundieron en nuestro lenguaje corporal.

Y la química entre ambos se precipitó por los poros y tuvimos que tomar cartas sobre el asunto.

Para entonces aquel ronroneo de la tarde ya era historia ignorada.

Sólo se reflejaba en mis retinas el verde de tus ojos de gata.




'El Lado Oscuro' por Jarabe de Palo


jueves, 23 de octubre de 2008

Me quedé con ganas de darte un beso

.

"Me quedé con ganas de darte un beso" le dije sin previo aviso una madrugada muy reciente, después de meses de aquella oportunid
ad. Luego reí por inercia. Lanzó una risotada de emoticones y preguntó:

"¿En serio? ¿porqué no dijiste nada? Yo también..."

Por supuesto, la existencia de un pololo me lo impedía, mi osadía no llega tan lejos, a pesar de intercambiar mails, msns y fotologs en ese bus.

Te conocí mientras viajaba en bus con mi amigo Manolo desde Viña del Mar hacia Santiago, después de un entrañable fin de semana
con la entrañable Paulina, en el entrañable puerto de Valparaíso. Te conocí mientras viajaba en ese bus y no me olvide que me gustaste.

"Desde que te vi quería darte un beso y desperdic
ié el par de túneles en la carretera"

Túnel Lo Prado, Autopista Santiago - Valparaíso, Viña del Mar


Un par de semanas después te volvi a ver. Nuevamente me encontré con tu pícara sonrisa, tu pelo casi rubio y tus ojos casi verdes. En la reciente madrugada recordaste muchos detalles de cuando nos volvimos a ver, eso me gustó.

Fue una madrugada reciente de muchas confesiones y risas, muchas risas. "La relación con mi
pololo no funcionó por la distancia entre Santiago y Viña, y ahora me vengo a enredar con alguien que está a más de tres mil kilómetros de distancia"
. Más risas.

Tendré que secuestrarte y traerte a Bolivia.
¿Volverás a Santiago? Si.
¿Por mi? También.

¿Venís a Santa Cruz? Quiero ir.
No te olvidés
que te invite a venir desde aquel bus entre Viña y Santiago y la invitación sigue en pie.
Lo sé, después de noviembre quiero ir.

Vení, te aseguro que la vas a pasar muy bien conmigo.
¿Y el futuro? El futuro ya se verá.