Fue entonces cuando me perdí en mis pensamientos y recordé la primera vez que te cruzaste por mi camino...
En una calurosa noche de Enero del 94, a mis 12 años, estaba de metiche recorriendo fiestas de barrio y pueblos cercanos junto a la reina del Carnaval cruceño y la comparsa coronadora de ese año.
Era el único pre-adolescente correteando por uno de los micros que llevaban a la comitiva y en el descuido de la fiesta te me cruzaste cuatro veces y fué... fué como pasar bajo el umbral de la inocencia... fué amor a primera vista...
Después la vida nos separó por unos años, hasta que cumplí mis 15 inviernos y obtuve el ilógico permiso para conducir pseudo-legal al que se puede acceder en la policía nacional, a pesar de tener menos de los 18 años reglamentarios. Fué cuando te vi recorrer los pasillos de la institución del orden... aunque creo que fué una alucinación.
Yo no sé si eras amante de los fierros, pero cada vez que yo estaba al volante... te aparecías. Conociste a mis amigos, a algunos más que a otros, farreaste con todos nosotros y nos llevaste a la cama a todos sin importar condición ni género.
Agradezco que no te hayas pasado de viva. Hubieron épocas desenfrenadas en las que te prendías con todos, a pesar de mis celos. Realmente fuiste el centro de atención de la fiesta, me emputaba tu actitud acaparadora, pero siempre fuiste demasiado sexy como para dejarte ir.
Los años nos entraron y sentamos cabeza, vos y yo. Sin embargo a veces, nos dabamos nuestras escapadas como en antaño. A veces más seguido de lo normal.
Fuiste la organizadora de todos mis cumpleaños y siempre la más alegre. Nunca dejaste que la pase mal. Se te agradece.
Te volviste muy asertiva eso sí. Compartías, recatada, tanto una reunión en Café 24, como entrabas en onda en cualquier rave de Centrosfera, o te volvías loca en algún churrasco de viejos amigos donde se baila con los brazos arriba...
"...y principalmente tenés que dejar la CERVEZA!!! ¡Tu ácido úrico está por los cielos! ¿Me estás escuchando?" dice mi tía, la bioquímica. Salgo del lapsus en el que vi pasar en un segundo mi vida junto a vos. "¿Y qué hago sin cerveza, tía? soy un tipo que tiene muchos compromisos sociales... y si no, los busco je"
Por supuesto, lo que estaba haciendo era provocar el fanatismo religioso de mi tía, la bioquímica. "¡¡¡Es pecado tomar cerveza, lo dice la Biblia!!!""Pero bien que le gusta la caipirinha, ¿no tía?" le contesté inmediatamente. "Ehh... es que la caipirinha es rica..." dijo sonrojada.No fué más. Al Cesar, lo que es del Cesar. Caipirinha para mi tía, la bioquímica. Y a mi, sólo dejenme con ella...
Te dejo un rato mi musa inspiradora, cuando me equilibre te vuelvo a llamar, mientras me entrego a los recuerdos de nuestro reciente pasado...
Cuando eramos más chicos... e irresponsables...

En una chupa... siempre me ponías celoso... ¬¬
Con tus primas. Me llevé bien con la negrita, ahora la celosa eras vos.
Cuando fuimos al Salar de Uyuni
¡Qué recuerdos! ¿Estabas más rellenita no?
Recién.. en tu fiesta de curso, casi no salgo en la foto jaja
Me encantás. Lo sabés. Pero no te preocupés. Desde mi esencia scout te digo: "No es más que un hasta luego, no es más que un breve adiós..."
P.D. Deseenme suerte este Jueves ;)