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Un intenso dolor recorrió mi planta del pie. "Sabés lo que eso significa..." me dije a mi mismo. Fuí a hacerme un análisis donde mi tía, la bioquímica.
Cuando eramos más chicos... e irresponsables...
En una chupa... siempre me ponías celoso... ¬¬
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"Sarajevo, 9 de Abril, 1992
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Anoche no podía dormir porque no estabas conmigo. Recordaba cuando a hurtadillas compartimos mi cama. Mi tacto enarbolado no olvida tu inesperada suavidad. La memoria me tortura con tus delicadas fricciones. Y tus pecas, muecas y sonrisas se repiten en mis retinas.
Anoche no podía dormir porque no estabas conmigo. Me faltaron los besos de ascensor y mis manos recorriendo a su antojo tu cintura. Me faltaron tus recurrentes ocurrencias y tus tolerables malcriadeces. Faltó mi lengua dándose un festín en tu piercing.
Anoche no podía dormir porque no estabas conmigo. Con la mirada recorrí el espacio que singularmente ocupaste y te extrañé. En un impredecible reflejo me mordí el labio inferior. Era como si estuvieras, pero no estabas, y quiero que volvás a estar... acá... en mi cama... conmigo..."
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Pinturas: Mikhail Evstafiev
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Ya había tenido en mis manos varios guiones de cortometrajes y algunos de mediometrajes realizados por mi, pero nunca antes un guión de largometraje de 109 páginas, recién salido del horno, con mi nombre en la tapa.
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Una experiencia inigualable, tan alucinante que ese momento me olvide del tic nervioso en el párpado izquierdo, a causa de la falta de sueño, por las 30 horas seguidas que estuve frente a la pantalla renegando y riendo con mis personajes y sus ocurrencias.
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Expuse por 45 minutos, ininterrumpidos. El jurado empieza la ronda de preguntas.
"Explíqueme el personaje de la viudita y su funcionalidad en la trama. Sobre el protagonista, ¿qué representa en la sociedad boliviana de la época en la que está ambientado el guión y cómo notamos el arqueo de dicho personaje?" - me pregunta la vice-decana, la cubana directora de teatro y guionista.
"¿Porqué es una historia universal en un contexto local? Expláyese por favor" - me pide la metodóloga.
"En porcentaje, ¿qué preponderancia tiene el sub-texto político? ah y también me interesa saber... ¿cuáles son sus referentes cinematográficos?" - me cuestiona el reconocido Director de Cine, referente del cine chileno, que tuve la suerte que presida mi defensa de tesis. Para entonces, ya estaba más tranquilo. Por suerte responder a las preguntas fue la parte mejor manejada de mi exposición.
"Vuelva en 10 minutos para entregarle el fallo". De pronto me estaba fumando un cigarro en el patio de la Universidad. A pesar del frío, había salido el sol y no se si eran los nervios pero el terno ya me estaba incomodando. "Como te fué?" pregunta Hans, el coordinador de mi Escuela. "Me traicionaron los nervios" - con una mirada desorbitada. "Le fue excelente, sólo se puso nervioso al comienzo pero después controló la situación" - mi amiga Gaby que presenció todo desde el fondo de la sala. Sonrío en agradecimiento, necesitaba su presencia esa mañana de Jueves, y la tuve.
Sin ánimo de exagerar, había dormido sólo 12 horas en las 4 noches anteriores, por lo tanto carecía de las horas de sueño necesarias para evitar colapsos nerviosos en situaciones agobiantes como aquella.
Esa mañana de Jueves, más temprano, estaba exhausto y las expectativas sobre el proyecto eran grandes. Me sentía presionado. Caminé hacia el metro con mi bolso lleno de tesis empastadas. La ciudad se movía de manera cotidiana y me preguntaba si mi lenguaje corporal expresaba la mezcla de emociones que ocurrían en mi cabeza. Sin duda era uno de los días más importantes de mi vida, hasta ahora.
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La verdad que la sensación después de la defensa es única. "¡Se te quita un peso de encima!" - me había dicho meses atrás una gran amiga, y ese brillo en sus ojos no pude traducirlo hasta el día en que estuve en sus zapatos.
