No hay cosa mejor en el mundo que tener 27 años y toda una vida de planes inusuales por delante. No hay cosa mejor en el mundo que compartir esos sueños con tus amigos, en un eterno miércoles acústico de Centrosfera.
Centrosfera es un lugar recurrente donde aprovecho de improviso para tejer esos sueños. Considerada "la casa", frecuento sus asientos hace casi dos años, y es sin duda el lugar donde más he compartido sonrisas cómplices, risotadas íntimas, serenatas exhaustivas, alucinaciones colectivas, proyectos de vida en común y brindis por buenos augurios de la vida que se viene.
La tapera colorida de la calle Independencia esquina Mercado es sin duda el lugar donde mueren la mayoría de mis noches, como dice el pintoresco grupo, del mismo nombre, en el facebook. Y es que aunque las mujeres se quejen del baño y no me guste su sistema de cobro, Centrosfera es el único lugar en Santa Cruz donde me he tomado una cerveza admirando la lunita camba, en un patio a la antigua de luces contemporáneas, familiarizándome con Wonderwall de Oasis, como fondo.
Alguna vez ya me despedí de Santa Cruz en sus mesas. Por supuesto que en éste nuevo déjà vu nada será diferente. Ya empece a despedirme de la mejor manera posible: propiciando que mis noches mueran en Centrosfera.
Centrosfera es un lugar recurrente donde aprovecho de improviso para tejer esos sueños. Considerada "la casa", frecuento sus asientos hace casi dos años, y es sin duda el lugar donde más he compartido sonrisas cómplices, risotadas íntimas, serenatas exhaustivas, alucinaciones colectivas, proyectos de vida en común y brindis por buenos augurios de la vida que se viene.
La tapera colorida de la calle Independencia esquina Mercado es sin duda el lugar donde mueren la mayoría de mis noches, como dice el pintoresco grupo, del mismo nombre, en el facebook. Y es que aunque las mujeres se quejen del baño y no me guste su sistema de cobro, Centrosfera es el único lugar en Santa Cruz donde me he tomado una cerveza admirando la lunita camba, en un patio a la antigua de luces contemporáneas, familiarizándome con Wonderwall de Oasis, como fondo.
Alguna vez ya me despedí de Santa Cruz en sus mesas. Por supuesto que en éste nuevo déjà vu nada será diferente. Ya empece a despedirme de la mejor manera posible: propiciando que mis noches mueran en Centrosfera.
5 comentarios:
Dos cosas mi pequeño curucusi,
1.- ¿Quien tomo semejante foto?? ;)
2.- Desde ya, te extraño.
PD. Amaneció...otra vez.
Aguante las amanecidas en Centrosfera.
Justo anoche estaba por ahi, ese patio no se lo cambia por nada, un boliche climatizado naturalmente.
Y bueno, desde los tiempos cuando era ¨El Muro¨ el primer ¨OZ¨ y ahora consolidado como Centrosfera, siempre fue un lugar que se sentía especial.
Supongo que el espíritu debe ser el mismo por más que cambien de nombre al boliche. Gran foto, por si acaso.
Saludetes.
:)
Las amanecidas, los brindis, las raves, los miércoles acústicos, las siestas a las 5 am afuera, las cervezas, la música, las caipirinhas, los cumpleaños, las fotos, las conversaciones, las despedidas, las bienvenidas, las...
ad infinitum...
utaa.... donde comienzo...
en centrosfera te conoci, en centrosfera volvi a concoerte y en centrosfera te catareee la vida!
AHORA, SIGO, es un lugar casa, es la comodidad.... nose, es un hueco negro algunas veces
... ya q mas?
ah estoy asi media suceptible con vos...
hace tiempo q me debes una salida y unas festejadas de cumpleaños!!!
:S soy una malvada histerica! Y VOS, no volviste por mi extraño mundo
hum!
asludos.
espero q no te vayas...
espero....
majo
Y yo me fui sin conocer Centrósfera!
Te mando un abrazo luminoso.
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