
Mañana es cuando reaparecen mariposas amarillas.
Y disfruto nuevamente de tu tersa y blanca piel.
Es cuando mis susurros se convierten en sonrisas.
Y mis besos se aseguran de tener sabor a miel.
Mañana es cuando me deleita el caribe de tu acento.
Y tocarte se convierte en el mejor de mis tormentos.
Es cuando mis caricias te recuerdan lo que espero.
Y entre sábanas febriles te reafirmo lo que quiero.
Mañana es cuando te demuestro mi locura provocada.
Y repito con matices mi pasión desenfrenada.